Monasterio de El Escorial

La Biblioteca de la nueva Alejandria del Siglo XVI

Desde su creación por Felipe II, su idea fue generar y tener una de las bibliotecas más importantes de su época. De hecho, podemos afirmar, a pesar de la pérdida de un listado de libros irremplazables de alquimia en el siglo XIX, que fue la mayor tenedora de conocimiento durante casi trescientos años en conocimiento hermético, filosófico y científico.

Las salas de su biblioteca, con sus pinturas llenas de color y significado; azul, oro y rojo predominan en toda la sala. Pintadas las musas al estilo clásico griego, con símbolos geométricos y de herramientas llenan la sala de simbolismo secreto alquímico. Son de un tamaño y figuración solo comparables con la capilla Sixtina del Vaticano, y se pueden ver mejor, pues la altura de sus techos no es tan alta. Recomiendo al viajante o aprendiz, que se deleite con estos frescos y busque los símbolos escondidos en los detalles de los personajes y musas.

En ellas se representa a sabios y musas, que inspiraron a grandes pintores de todas las épocas, y también a los más modernos como Salvador Dalí, el cual era un gran conocedor alquímico visual, sobre todo de Juan de Herrera, arquitecto de esta biblioteca. Es un lugar para la meditación contemplativa, el pintor nos hace un guiño en su enigmático cuadro y nos envía un extraño mensaje; “Discurso de la forma cubica” de Juan de Herrera. Debemos tener en cuenta que un erudito del renacimiento como Juan de Herrera solo escribió un libro  “Sobre la Figura Cubica” en el cual vincula la geometría y el conocimiento sagrada a través de la obra de otro sabio alquimista mallorquín – Ramón Llull.

Es extraño que un arquitecto real, geómetra y matemático de dicha envergadura, solo dejara un libro escrito… El cubo, como uno de los cinco solidos perfectos pitagóricos, que simboliza la Tierra, es uno de los símbolos más importantes de la filosofía natural y lo vamos a observar muchas veces repetido en varios elementos del propio Escorial. Recomiendo leer para aquellos que quieren profundizar; “El Timeo” obra de Platón donde se citan más detalladamente, por eso reciben también el nombre de solidos platónicos. Este conocimiento de geometría heredado por los griegos de los egipcios, lo vemos pasando de siglo en siglo a sabios como Leonardo Da Vinci, Lucca Pacioli, Newton, Einsten, etc…

Hago una llamada de atención en mi novela, a un conocimiento matemático del arquitecto Juan de Herrera que fue el creador de la primera escuela matemática de España con asignaturas como astrología, geografía, matemáticas y arquitectura, no es de extrañar que sea considera como el primer arquitecto moderno del país, pero yo doy un paso más, y lo considero el primer arquitecto alquímico que utiliza bien los sólidos pitagóricos. Pero tiene que usar ese conocimiento de forma muy encubierta y secreta, la iglesia y en concreto la Santa Inquisición, podría meter en serios problemas a cualquier individuo que se saliera del duro dogma cristiano de aquel tiempo, aunque fuera el mismísimo arquitecto del emperador.

El monasterio palacio del Escorial, es un edificio cris y muy sobrio, casi parece todo el un gran laboratorio o factoría, donde trabajaba todo el cuerpo de funcionarios, curas y monjes que mantenían unido el inmenso imperio español. Pero todo eso se rompe al entrar en la biblioteca, donde todos los libros están puestos al revés, sus lomos van hacia adentro y solo se pueden observar los cantos de las hojas bañadas en oro. Es como una llamada de atención y donde se señala el verdadero tesoro del recinto.

Hay un mensaje alto y claro, en un recinto austero con bloques de piedra gris granito, que la única sala donde los libros brillan, pues están puestos al revés, con los lomos hacia dentro y sus hojas son todas iguales bañadas en oro, brillan como lingotes de oro no como libros, nos está indicando el verdadero poder.

Pero al mismo tiempo,  en una corte llena de espías Venecianos, Ingleses, Franceses, Holandeses, deseosos de arrebatar al imperio español el conocimiento de las rutas no solo del Atlántico, sino del Pacifico a sus colonias llenas de riqueza y especias. En esa época saber un conjunto de vientos propicios, las líneas de navegación donde no llegaban los icebergs del Norte o el Sur, o simplemente las islas con agua potable abundante, hacían que  esta biblioteca se diseñara como una caja fuerte, sin lomos donde rápidamente buscar o localizar un libro, donde solo un par de monjes controlaban el listado completo de obras.

Algunos guías, dicen que esta colocación se debe para que la humedad no deteriore los libros y así se ventilen mejor. Pero si conocen el diseño de arcas de seguridad y custodia de documentos durante el imperio, verán enseguida la lógica del lugar. No hay que olvidar que Felipe II estuvo en constantes guerras, y no supo el imperio lo que fue la paz en sus territorios por más de un año.  Realmente el Escorial, es el mayor trono en piedra esculpido a un monarca, que necesito de toda la energía y habilidad de sus eruditos para mantener unido su vasto reino.

Visitando el entorno del emplazamiento, podrán observar cerca altares y miradores de sacrificio que pueden datar de la época ibera. Nos damos cuenta de que es un centro de poder telúrico, el visitante nada más llegar, nota en su interior, ese poder terrestre, que le recarga de energía y le avisa que allí hay algo…Por supuesto, lo convirtieron en un centro de poder de la cristiandad, pues está lleno de reliquias de todos los santos o mártires inimaginables, por encima  de los siete mil; brazos, piernas, huesos, cráneos. En fin, todo lo que pudiera significar poder o protección para Felipe II, acababa en el Escorial. Esto no le significo protección, pues tuvo una de las muertes más dramáticas de todos los monarcas. Es una historia interesante por la sincronización de varios hechos, pero la dejamos para explicarla más adelante.

Todas estas santas reliquias acabaron mal paradas en la época de la invasión francesa, pues fueron expoliadas para fundir los relicarios y hacer lingotes de oro para Napoleón. Los libros también sufrieron un expolio importante, e incluso se abrieron tumbas reales, como la misma de Felipe II en busca de libros y joyas ocultas. Gracias a la prudencia de algunos monjes, la biblioteca hermética estaba a salvo en una cripta oculta que no descubrieron. Pero como todo lo que se esconde muy bien, se acaba perdiendo definitivamente…

Pero el dato más importante que nos ocupa en la novela, era el gran laboratorio alquímico que poseía El Escorial, en aquella época se mezclaba ramas tan diversas como la química, filosofía y medicina, en un intento de desarrollar elixires y pócimas para solucionar problemas de salud, que hoy sabemos gracias al desarrollo de la alquimia y su influencia en la farmacopea, que podemos solucionar solo con una pastilla, la tan deseada “aqua potabilis” que todo lo curaba…por lo tanto, no estaban desencaminados esos primeros alquimistas.

El mito de la eterna juventud estaba muy presente en la corte, un manantial con aguas mágicas capaz de curar cualquier enfermedad y de revertir la vejez, que busco vanamente en Florida, Ponce de León, en dos ocasiones, con el coste de hombres y barcos. Imaginemos la visión de Ponce de León, al descubrir el vigor y fuerza de los indios de Florida, que eran capaces de atravesar de punta a punta, el tronco de un árbol con sus lanzas…por solo beber de un manantial mágico.

Según una tradición alquímica europea, el primero en descubrir la trasmutación del oro y la piedra filosofal, es decir la “inmortalidad” fue el Alberto Magno, teólogo y filósofo alemán de la Edad Media, que dejo su conocimiento a un discípulo muy conocido Tomas de Aquino. Uno de los mayores teólogos y filósofos de la cristiandad, apodado Doctor Angélico. Pero esto es parte de un puzzle más grande, que iremos “desgranado” como las pepitas de una granada.

En Resumen, El Escorial emana poder, riqueza y conocimiento oculto, por eso el interés de los franceses y posteriormente de los Nazis por hacerse con sus más preciados tesoros. También llego a estar abandonado en el siglo XIX, imaginemos esas salas vacías y sin usar, su patio usado como cuadra de animales. Pero nunca olvidemos, que allí se gestó muchos siglos de la historia de España y del mundo.

Lo cito en mi novela, en uno de los capítulos iniciáticos más importantes, para que el “verdadero aprendiz” investigue e indague que información hay entre sus muros y pinturas, en su biblioteca o su laboratorio alquímico. Descubrirá verdaderas joyas para su conocimiento personal, recomiendo visitar sus jardines, son ahora un espacio para perderse y meditar, importante para los que sepan de geometría sagrada, que observen las figuras geométricas de sus panterres.

Inicien un viaje con mi novela, que les llevara a los centros de poder de la alquimia y su conocimiento, descubrirán una historia paralela a la oficial, oculta y secreta a la gran mayoría de no iniciados.

Bienvenidos al camino, y recuerde, solo cuando el aprendiz está realmente preparado, aparece el maestro.