Monasterio de Silos
Lugares de Poder
Monasterio de Silos
Uno de los sitios que más puede marcar la memoria del visitante, es el famoso Monasterio de Silos, no hay lugar en España, quitando la Alhambra de Granada, El Escorial o Toledo, donde el buscador intuya claramente que le observan muchos siglos de historia.
En este caso, digamos también siglos de estudio, ciencia e información. Hacer una lista de todos los personaje ilustres que han pasado a visitar, dormir o consultar sus libros es enorme. Yo solo diré uno favorito; Humberto Ecco, el famoso escritor de la novela “El nombre de la rosa” o “El péndulo de Fucolt” de obligada lectura, si el aprendiz quiere dar sus primeros pasos en la alquimia.
Pero centrándome en el Monasterio, nos enfocamos en dos detalles, sus hermosos capiteles, que cuentan grandes historias si nos fijamos en los detalles tallados. Y su majestuoso patio, con el mejor obelisco natural del mundo, un ciprés enorme que acompaña una fuente. El poder que emana solo con esos dos bienes, lo convierten en un lugar de poder místico; calma el alma y uno puede estar horas auto contemplando su lugar en el mundo.
Lo cito en mi novela, pues aconsejo su visita, como parte de un viaje iniciático que debe hacer el lector. Si hubiera una lista de los cien sitios que debe visitar un alquímico, este estaría de pleno derecho entre los primeros de esa lista…
Tenemos la gran suerte que muchos de esos edificios de poder, están en España, hay otros lejos, como en Egipto y América, pero en este país tenemos la suerte de tener muchos “centros de poder”, que aconsejo al neófito revolver con su mirada, por supuesto respetando el silencio que impera en todo el monasterio.
Pasando al arte de la alquimia, tiene dos grandes cosas, su biblioteca y laboratorio de farmacia, gracias a Fray Isidro de Saracha (1723-1803) que mejoró notablemente el laboratorio y la biblioteca, pero antes debes de pasar por un claustro que emana la belleza de todas las historias que han pasado por allí, todas las esperanzas y búsquedas desde siglos atrás, por eso en mi novela aparece un mensaje oculto, pues el monje tenía escondido un libro favorito, un texto hermético que oculto entre interminables estantes desvencijados, para que fuera encontrado por otro maestro en el futuro. Por supuesto la clave para encontrar ese libro, esta oculta en un capitel de una columna. No hay mejor caja fuerte que la que está abierta a todos, pero nadie puede ver o apreciar su interior…
Cuántas veces hemos disfrutado de un libro y hemos querido compartir con otros su conocimiento, imaginaros los alquimistas obligados a escribir en clave como los matemáticos, para evitar la cárcel, la hoguera de la inquisición o el mal uso de sus descubrimientos. Cuanto hubiera evolucionado la sociedad si las cortes y reinos, hubieran divulgado más el conocimiento entre su pueblo. Cuando estéis en Silos, os recomiendo un ejercicio, meditar en silencio en el claustro central, meter vuestra mano izquierda en la fuente de agua, cerrar los ojos y dejar que el lugar os inunde de sabiduría. Buscar con vuestra mente la siguiente sincronicidad y dejaros sorprender de cómo escucha el universo.